Secreto

Secreto

viernes, 9 de abril de 2021

Lo de aquel día en el mar.

   Esto no se lo he contado a nadie. Porque fue raro.

  Un día fui a la playa. Hacía um bochorno horrible, pero como el cielo estaba completamente gris, no había gente. Es una playa pequeña que conecta con otras tres playas. Cuando sube la marea, ya no puedes pasar de una playa a otra. 

  Iba con mi novio (vivimos juntos), y al llegar nosotros vimos a un hombre mayor que recién salía del agua. El hombre se marchó. Toda la playa literalmente para nosotros. Ni socorristas ni nadie. 

  Todo perfecto: entré sola al mar y él se quedó en la toalla. Debí estar unas dos horas o así en el agua. El mar estaba un poco picado, todo gris, oscuro, muy lúgubre. La verdad es que me encantan las zonas con mar y acantilados en esos días. Además no hay línea de playa, no tiene construcciones alrededor.

  Y de la nada, me pongo a llorar. Fuerte. Fortísimo. Casi como gritando. Sin pensarlo. Sin motivo inmediato. Salió solo. Duraría menos de cinco minutos y paró. En mi vida me había pasado algo así.

  Claro que lloro alguna vez, como todo el mundo. Por rabia, o por comerme la cabeza y acabar revolcándome en la miseria y recordando cosas de hace mil años...pero nunca así.

   Yo sé controlarme perfectamente. Solo lloro de forma espontánea si estoy muy muy muy cansada y tengo falta de sueño. Pero como esto, nunca. Y me dejó un poco confundida. No iba a hacerme un "Alfonsina y el mar" ni nada parecido... pero n unca pensé que yo pudiese estallar así por la presión.

  Salí del agua, fuí hacia donde estaba él y el resto del día transcurrió como si nada hubiese pasado. No se me notaba.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Yo he venido aquí a quejarme.

   Que para eso abrí este blog. Para desahogarme. Y la mitad de las veces creo que sólamente escribo pijadas confusas e infantiles. Y el diseño es una moñez. Y escribo poco y mal. Y se me olvida leer a gente...Un poco anárquica. No voy a ponerme ahora a cambiar mi verdadera naturaleza.

  Otro día más que quiero poner orden y tranquilidad en mi vida. 

  El peso...pues lo de "etérea" ya lo podría ir borrando. Es fácil saber cuando estoy bien, contenta o feliz: coincide cuando mi peso está normalizado, cuando puedo tener contacto con la naturaleza y cuando no siento necesidad de cosas materiales. También cuando no me siento presionada por los demás. 

  Ahora estoy otra vez reiniciando. En realidad lo que más me cuesta es soportar la presión de alrededor. En algún lado leí que por culpa de nuestras creencias acabamos pensando que nuestro propio criterio no es válido; que otras personas son más capaces que nosotros para saber qué deberíamos hacer con nuestra vida. 

  Ahora estoy ahí  



miércoles, 26 de agosto de 2020

Sigo aquí

    "Ser libre" y "mandarlo todo a la mierda y desaparecer" para mí son sinónimos. Tengo un sueño recurrente desde hace muchos años en los que robo un coche y , sin saber conducir, consigo ponerlo en marcha, manejarlo, y huir...me encanta. 

  Cuanto más ansías algo es cuándo te das cuenta de que te falta. Aquí ya he escrito sobre lo opresora que es mi familia. Ahora además se juntan más factores que me obligan a estar en contacto con todo lo malo que hay en ella. Y tengo una vida independiente. Lo funesto es que también tengo vergüenza y empatía, cosas que me impiden pasar de los problemones que crea mi progenitora (a ciertos hermanos no les da reparo pasar del tema y que el marrón me lo coma yo, por cierto).

  Resumen de esta mierda de entrada: estoy hasta el mismísimo de arreglar mierdas ajenas. Mi mala madre a la que aborrezco (y con motivos) busca siempre la manera de tenerme sometida y el resto de los adultos de la familia son unos egoístas y unos cretinos. No lo merezco. Ellos no se merecen mi implicación.  

  Obviamente mantengo el control a través de la comida.

 Y será la última vez que hable o me desahogue aquí sobre estos putos temas familiares. Cuánto más se nombra, más poder tiene. Paso de que sea así.

PD: que la situación de cada uno de vosotros sea lo más soportable posible.

domingo, 1 de enero de 2017

Día de Año Nuevo


  Nuevo comienzo. Otra vez. Deseo que todos a los que alguna vez he leído y los que me hayan leído a mí en alguna ocasión empiecen ilusionados este año. Que nadie se derrumbe, y que tanto si escriben en sus blogs como si  no, se encuentren bien.



  PD: Tened siempre en cuenta que vuestros comentarios siempre me animan y son de utilidad. Que alguien vea tu vida desde fuera y te ayude con sus opiniones es de agradecer. Besos.

lunes, 3 de octubre de 2016

Primer día

  Hoy todo es perfecto. Tranquilamente perfecto. La rutina perfecta e ideal.


  Me he levantado bien para ir al trabajo, me he arreglado a gusto, todo ha salido bien una vez allí y lo más importante: he estado a gusto en casa y he comido bien. Lo necesario nada más. Hasta he hecho ejercicio...para mí esto ya es un ideal.

lunes, 29 de agosto de 2016

Gente Corriente

  La gente normal. Las personas que tienen su vida y que ves a diario. Las anónimas. La gente. El montón. Eso quería yo: ser como ellos. Ser normal, es decir, tener una vida normal como la de todo el mundo.

  Viviendo con mis padres no me era posible. Me iban a negar cualquier deseo o mínima cosa que me gustase. Por sistema. Y ahora que vivo desde hace tiempo con mi novio me siento igual. Siempre mirando desde atrás cómo los demás disfrutan. Y yo no. Nunca.

  No sé cómo se puede soportar a sí mismo siendo tan gris. Las típicas fiestas del sitio donde vivimos. A las que nunca podíamos ir por horarios, o por ser muy críos, o por lo que fuese que nos lo impidiese. Ahora que podemos va como un amargado que hace que todo lo que hay a su alrededor se pudra. No sé qué mierda apática tiene contra el sistema que cualquier evento mínimamente festivo le ofende. Y se lo carga...Tener delante algo que puedo disfrutar porque me es posible y que me lo boicotéen. Como volver a tener 14 años. Tengo tal impotencia que me cuesta respirar.

  Ni tomar algo conmigo, ni apenas hablarme, ni tener un mínimo de atención para que yo le contara cosas de las que le quería hablar: qué autoescuela elegí al final, que haré con mis días de vacaciones en los que no coincido con él. Demasiado ocupado quejándose de que esa fiesta no tenía nada...ES QUE NO TIENEN QUE TENER NADA DEL OTRO MUNDO, SÓLO HAY QUE ESTAR CON ALGUIEN CON QUIEN DISFRUTARLAS.

  Me hunde y me aisla y  es consciente. Hasta que el tedio me pueda y me canse de estar así.

  Y sí que pienso: y si... y si yo fuese diferente, PERFECTA, ¿se daría cuenta siquiera él y el resto?. Creo que no. Aunque estuviese colmada de virtudes nadie me trataría mejor. Nadie. Me valorarían igual de poco.

  Por suerte tengo un secreto. ESTO. LA OBSESIÓN. LA PERFECCIÓN. Y YO. APRENDERÉ A UTILIZARLO EN PROPIO BENEFICIO SUPERPONIÉNDOME A LOS DEMÁS.
  HASTA QUE TANTO BRILLO LES CIEGUE.