Secreto

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sábado, 21 de mayo de 2016

Rencor

  Hoy quiero estallar.

  Si pudiese soltar toda esta ira condensada, hasta los demonios huirían asustados. A la vez siento que me ahogo... o más bien que permanezco sumergida en una dimensión no palpable... todo es apaciblemente extraño y está en pausa...
  Puede ser que en realidad sea tristeza.
  Puede ser que ahora que he crecido consigo refrenar el llanto desgarrador y los berrinches estrepitosos. Puede ser que lo que la mayoría llame "madurar" sea pasar por delante de la pena sin mirarla...creo que ahora la miro desde arriba, con desdén.

  O puede ser que mi vengativa, orgullosa y rencorosa forma de ser me esté protegiendo de ella. Sentimientos y adjetivos, por cierto, con los que no me siento incómoda si estoy en el derecho de usarlos..
 
  Lo que sé seguro es que esta agonía se debe en gran parte a que estoy herida de muerte a manos de unos insidiosos (sí, por lo de la anterior entrada).


  Y que les siento como inferiores a mí. Y que se lo haré sentir. Y que soy muy buena en ese juego. Y ellos también lo saben. Saben que les he echado de mi vida para siempre.

  Sin remedio. Sin perdón posible. Sin vuelta atrás.