Secreto

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domingo, 20 de marzo de 2016

Primer verdor

  Me gusta empezar esta entrada coincidiendo con el principio de algo. El principio de una estación me sirve. También  es un nuevo principio para mí.
  Sí, lo he hecho: lo mandé todo a la mierda y he cambiado de vida. O más bien me he sacado lastre de encima.
  Primero dejé el trabajo de un día para otro. Después corté con algunas personas y relaciones que  eran inútiles para mí. De las que no aportan , de esas que simplemente se te paran en medio y no te permiten caminar.
  Y para mí estas cosas son PURO PLACER. Nadie se puede ni imaginar lo bien que me siento cuando hago "la estampida" con algo. O con alguien. Es liberador. Dejar lo que sea y a quien sea en un punto final y largarse. Decir:"Para tí, todo tuyo, hasta nunca"...y simplemente irse. Liberarse.
  Siempre surge alguna bocecita tocapelotas que te dice que cómo dejaste tal trabajo así sin más (como si una misma no tuviese unas razones más que coherentes) o por qué motivo mandaste a tomar viento a tal o cuál persona... y me dan igual. Soy lo suficientemente adulta para encauzar mi propia vida.

Cielo de primavera...
  ¡¡¡Por fin todo ese tiempo para mí que tanto he estado esperando!!! Ahora lo tengo porque además he cambiado a un trabajo que me gusta, para el  que estoy formada y que es jodidamente ideal y perfecto. Perfecto. Perfecta...

  Se me llena la boca con esta palabra. Me encanta. Yo quiero ser "eso". Perfección. Perfecta. Ahora puedo. he estado poniéndome nuevas reglas. Además de que ya tengo el tiempo, y para esta meta se necesitan tiempo y horarios para tener más o menos cierta disciplina. La anarquía en estos casos lleva irremisiblemente a los atracones. Y eso ya no se puede permitir NUNCA MÁS.